Antes de quitároslo de encima pensad si con unos pocos retoques puede tener una segunda vida y os puede valer en otro sitio o para otras cosas. Es el caso que nos ocupa.
Tenía un viejo aparador de madera que podéis ver en la imágen, era bastante sencillo y barato pero con el uso se fue deteriorando y, además, tras una reforma en mi "leonera" ya no daba juego y lo mejor era tirarlo o regalarlo. El caso es que antes de tirarlo pensé que podía servirme si lo cortaba, limpiaba, pintaba y lo retocaba para adaptarlo al pasillo y que me sirviera para exponer o colocar estas pequeñas "cosillas" o chismes que voy haciendo y me puse manos a la obra. Os explico cómo.
Como siempre, lo primero es hacer unos sencillos planos para comprobar si lo que queréis hacer es factible, o sea, que cabe donde queréis que vaya a ir colocado, que quepan las cosas que váis a poner en él, etc.
En este caso lo que hice fue cortar el aparador en dos partes, eliminando los cajones y quedando su anchura en la mitad. El objetivo era que cupiese en el pasillo de modo que no estorbase mucho al paso de las personas y de paso que sirviera de expositor de mis chismes y que, a su vez, éstos estuvieran protegidos de las aviesas fauces de las mascotas.
No me voy a entretener mucho en explicar detalles porque es bastante sencillo:
Primero cortamos, lijamos y pintamos la madera. Luego, con unos sencillos listones hacemos la estructura de lo que serán las puertas.
Éstas irán luego con una especie de "mosquitera" plástica que protegerá su interior y lo hará visible sin necesidad de abrirlas.
Las puertas cierran con unos imanes en el interior.
Algo que puede ser de utilidad: colocar unas escarpias en la pared de manera que se pueda sujetar la vitrina y evitar que se pueda caer. Tened en cuenta que se ha cortado por la mitad y que la estabilidad no es la misma que cuando se fabricó. Las escarpias nos permitirán girarlas para poder mover la vitrina y que no quede fija en la pared.
Para finalizar le podéis poner unas tiras led en el interior lo que facilitará la visibilidad de vuestros objetos sin necesidad de que os los toqueteen y vuestras visitas y/o mascotas puedan estropearlos, además servirá como punto de luz que, en un pasillo, es algo que se agradece.